21/12/09

Nº 79: Análisis Grafológico

Fotos de JC


Análisis Grafológico
Lo más evidente de mi letra es su estilo anguloso. Indica que cargo una agresividad desproporcionada, cercana al salvajismo o al derrame cerebral. Los constantes arpones marcan rigidez, dureza, imposición de criterio, despotismo. Predisposición a la picana eléctrica. Esto es verificable en mi entorno familiar y obvio en la relación con mi gato.


La angulosidad también significa dificultad de adaptación. Ni en Disneylandia sabría ser feliz.


Letras como p, q, g, que invaden los renglones de abajo, revelan fuerte confusión moral. Mi vida es una sucesión de desastres éticos. Pésimas decisiones a nivel humano. Los Documentos Gráficos lo evidencian: nula responsabilidad con el otro.


La letra g aporta sobre otro plano: el sexual. Su bucle incompleto indica que en el sexo tengo inmadurez, atrofia, subdesarrollo y complejo de inferioridad. Esto es tan nefasto como cierto. Ni siquiera sé masturbarme.


Las palabras desmembradas están entre lo mejor del análisis: falta de lógica y de sentido práctico. Indecisión constante. Conducta caprichosa o cambiante. Inteligencia escasa. Fatiga nerviosa. Ansiedad. ¡Ansiedad! La ansiedad es el vector de mi existencia. Si tuviera que elegir una palabra para mi tumba, sería esa.



El margen derecho inestable explica mi desconfianza social, mi autismo y mi temor a la gente. Estoy más próximo al mundo de los reptiles que al de los seres humanos.


El ascenso de los renglones, su verticalización, no es más que una exaltación fuera de lo normal. Desequilibrio orgánico. Desconexión con la realidad. Tendencia a buscar metas inalcanzables. Arrebato, impulsividad y sobre todo estupidez.




Y como conclusión irrefutable, un suicidio a corto plazo.
Los grafólogos son todos unos imbéciles. Me pregunto si en algo tendrán razón.